Los materiales escolares que recoge esta Exposición son la huella de un pasado que aún se puede construir en la memoria de distintas generaciones. Esta muestra nos invita a reflexionar acerca de los distintos aspectos de la educación en nuestro país en los últimos cien años, y sirve desde luego, para no olvidar nuestro pasado.

La escuela ha sufrido una transformación muy profunda y dicho cambio ha sido parejo a la metamorfosis operada en la sociedad y en la cultura. La Exposición ayudará a los mayores a recordar esos pasados momentos y a los más jóvenes a conocer una parte de la historia que hoy constituye un elemento de la cultura de nuestro país.

Los libros escolares han sido los instrumentos que constituyeron el principal soporte de la enseñanza. Los maestros en el desarrollo de su actividad, siguieron la pauta informada por la rutina profesional que cada docente fue adquiriendo a través de la práctica escolar, con lo que cada maestro llegó a tener su librillo. Estos viejos útiles de enseñanza sucumbieron al polvo, la humedad, el fuego y a otras formas de destrucción. También permanecieron olvidados en los armarios de las escuelas.

El atractivo que en la actualidad presentan los antiguos manuales de escuela no es únicamente de naturaleza etnográfica, los textos, son expresión de los métodos históricos de enseñanza y aprendizaje.

El recuerdo de la infancia y la nostalgia por el tiempo pasado, acaban por convertir cualquier trabajo supuestamente histórico acerca de la vida escolar en un relato idílico, donde se mezcla lo anecdótico con lo pintoresco.

Debemos ser honestos para reconocer que LA ESCUELA TRADICIONAL, la escuela sin mas, encerraba valores que es necesario conservar, formas de entender la educación e incluso técnicas pedagógicas que revisten gran actualidad.